100 gramos de almendras peladas y ligeramente tostadas
120 gramos de azúcar
150 gramos de chocolate negro derretido
40 gramos de harina
3 huevos
2 cucharadas soperas de licor de almendras
120 gramos de mantequilla (deberá estar blanda)
un pellizco de sal
Glaseado de chocolate
1 sobre de almendras garrapiñadas picadas
225 gramos de chocolate negro
2 cucharadas soperas de mantequilla
175 ml de nata líquida
Encienda el horno a 180º C. Unte un molde de bizcocho redondo (22 cm de diámetro aproximadamente) con mantequilla y cubra
el fondo con una hoja de papel de aluminio, untada también con mantequilla y espolvoreada con harina.
En el bol de la batidora mezcle las almendras picadas finas con dos cucharadas soperas de azúcar. Vierta la mezcla en
una ensaladera. Tamice sobre ella la harina, mezcle y reserve. En una ensaladera bata la mantequilla con las varillas hasta
que tenga una consistencia cremosa, añada la mitad del resto del azúcar y bata un par de minutos hasta que la mezcla esté
ligera. Vaya echando poco a poco el chocolate derretido sin dejar de batir para que quede bien incorporado, luego las yemas
de los huevos, de una en una, y el licor. En otra ensaladera bata las claras con un pellizco de sal hasta que estén a punto
de nieve firme. Añada el resto del azúcar y siga batiendo hasta que las claras montadas estén brillantes.
Mezcle un cuarto de las claras montadas con la mezcla de chocolate para aligerarla y luego incorpore la mezcla a las almendras
y al resto de claras montadas en tres veces. Vierta esta masa en el molde alisándola por la superficie y evitando que se formen
pompas. Métala en el horno 35 minutos, hasta que los bordes del pastel estén firmes y el centro tierno. Ponga el pastel en
su molde sobre una rejilla y deje que se enfríe 15 minutos; después retire las paredes del molde, el fondo y el papel de aluminio.
Prepare el glaseado poniendo la nata a calentar en un cazo de fondo grueso. Cuando hierva, retire el cazo del fuego y
añada el chocolate removiendo sin cesar hasta que quede completamente derretido. Agregue la mantequilla blanda y deje que
se enfríe media hora para que la mezcla espese un poco, removiendo de vez en cuando.
Ponga el pastel sobre una rejilla, que a su vez colocará encima de una fuente. Después, vierta por arriba el glaseado
para recubrirlo bien por todos sus lados. Ayúdese con una espátula para alisar bien los laterales. Deje que repose 20 minutos
y luego pegue las almendras picadas a ambos lados. Páselo entonces a la fuente de servir y métalo en la nevera hasta que vayan
a tomarlo.
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