200 g azúcar
150 g almendras crudas con piel
100 ml agua
1 limón en zumo
Engrasar ligeramente un trozo de papel de aluminio. En una sartén honda
poner el agua, el azúcar y las almendras. Acércala
al fuego, dejar cocer
lentamente hasta que se haya consumido todo el agua y el azúcar empiece a
hacer burbujas. retirar
y revolver hasta que el azúcar se separe, formando
polvo. Las almendras se pondrán blanquecinas.
Volver a acercar el cazo al fuego lento, removiendo constantemente hasta que
el azúcar empiece a acaramelarse. retirar
y seguir removiendo las almendras,
para que todas queden recubiertas por igual.
Añadir el zumo de limón, salpicando las almendras, revolverlas una vez más y
volcarlas sobre el papel engrasado, extendiéndolas
para que queden sueltas y
sequen todas bien.
Puedes sustituir las almendras por avellanas o cacahuetes. Se conserva bien
en una caja metálica hermética.