250 g de harina de almendras
150 g de azúcar
25 cm3 de agua
100 cm3 de miel
75 g de manteca de muy buena calidad
1 cucharadita (de café) de esencia de almendra
Colocar la harina de almendra en una placa y llevarla al horno para tostarla (no debe quemarse; solo tomar un tono dorado
suave).
Retirarla y reservarla.
Poner el azúcar en un bol, humedecerla con el agua e incorporar la miel.
Mezclar bien.
Llevar la preparación a fuego mediano hasta que rompa el hervor.
Retirarla del fuego y agregarle la harina de almendra mezclando continuamente.
Incorporar la manteca y la esencia.
Mezclar nuevamente.
Volcar la preparación en un molde de aproximadamente 10 x 20 cm o en dos moldes más pequeños.
Presionarla con una tabla o placa hasta que esté plana y compacta.
Dejarla enfriar.
Desmoldar el turrón dando vuelta el molde y dejarlo orear durante 2 días.
Envolverlo con papel aluminio y guardarlo.
|